Encarni, nuestra Maruja montañera

Holaaa a todos... Este nuestro Cluss es muy especial para mi y al que le tengo muchísimo cariño, principalmente por sus maravillosos componentes, personas que cuidan de las personas, (anda, esto me suena a anuncio jeje). Bueno voy a comentaros un secretillo: a mi lo que más me gusta es la montaña.

Quería contaros mi último viaje a Sierra Nevada.
Salimos a las cinco de la mañana camino de Jerez del Marquesado (Granada), una vez allí dejamos los coches, cargamos las mochilas y... ¡¡¡en marcha!!!

Cogemos la senda que va pegada al río Alhorí y a subir sin tregua, ¡¡nos espera una buena caminata!!
Llegamos al refugio de Postero Alto, donde dejamos parte de la carga de nuestras mochilas (uuufff que alivio) pues pasaríamos allí la noche.

Volvimos a ir hacia el río y continuamos nuestra subida. Todo está verde, lleno de agua... precioso, a nuestro alrededor vacas muchas vacas y cabras salvajes.
Tardamos varias horas de dura subida entre piedras, hierba y agua, en llegar al nacimiento del río, (el circo) hacemos un descanso para reponer fuezas, ¡¡nos espera lo peor!!: la subida al Picón de Jerez, nuestro primer objetivo.

Se acaba el paisaje verde, fresco y da paso a una subida casi vertical con muchas piedras sueltas. Aún quedaba nieve. Que bonito, y  ¡¡que durooo!!
Tomo la delantera del grupo, ese tipo de subidas se me da bien... jeje
Llego arriba, el aire era frio, las piedras brillaban parecian de oro y plata. Las vistas impresionantes, ¡¡se ve media Andalucía!! 

Allí nos paramos a comer dentro de un círculo de piedras donde increíblemente hacia calor!!
Apenas paramos media hora...
Continuamos por la cuerda hasta nuestro siguiente objetivo... el Puntal de Juntillas de 3.138 m.s.n.m.
Algunos de mis compañeros están cansados, bajamos el ritmo...
La altura produce un poco de mareo... dolor de cabeza y cuesta respirar.
¡¡Llegamos al Puntal!! ¡¡Sólo nos queda uno!!
A lo lejos vemos la cumbre del Cerro pelado de 3.200 m.s.n.m, y vamos a por ella.
Enfrente vemos el Mulhacen, ¡¡maravilloso espectáculo!! Se respira paz y tranquilidad, no tenemos ganas de bajar pero aún nos queda mucho camino hasta el refugio.

Comenzamos el descenso, pasando por la piedra de los ladrones.
Y desde ese punto, decido hacer el descenso corriendo... le digo a mis compañeros: ¡¡en el refugio os espero!!!
Y salí a to trapo, ¡¡me encantan las bajadas!!
Paré varias veces a mirar a ver si veía a mis compañeros y a realizar alguna que otra foto. No porque estuviera cansada eehhh!.

Estuve corriendo montaña abajo sobre dos horas y media, llegué al refugio y allí observando el paisaje esperé que llegarán mis compañeros.
A partir de ahí comenzó otra experiencia...
Espero os guste mi relato y gracias por leerlo!!