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lunes, 22 de enero de 2018

Carrera cerro de La Mola

María del Mar Ibarra, entre toda la "oferta" que había este 21 de enero, selecciono a Novelda y su prueba deportiva Subida al cerro de La Mola, como la mejor manera de pasar un domingo por la mañana. Así nos cuenta como le fue:



Me siento afortunada, tengo cosas que no valen dinero pero me hacen feliz, como subir La Mola de Novelda y hacerlo disfrutando del entorno, del sol, de los amigos…
El domingo me estrené en mi primer trail de montaña, la montaña me tiene enganchada ya hace un tiempo, aunque hasta ahora iba “andandico”, pero yo soy Maruja Acelerá, así que tenía que subirla corriendo, y así lo hicimos este domingo.
Antes de las 8 ya estábamos en Renfe, Encarni, Ana, Mª Dolores y yo, y a las 8,15  llegábamos a la estación de tren de Novelda, (preguntando cómo llegar claro, menudo equipo de orientación que somos).
Buena temperatura, 14 grados, un poco de viento y sensación de fresquito, nos ponemos los equipos (jjjjee) y a por el cafelito y a visitar al Sr. Roca, antes de salir.
En esta carrera, tan bien organizada por el Club de Montañismo de Novelda, te invitan hasta el café de la salida, incluso te ponen una coca boba irresistible, a  la cual  Anita se resistió y yo comí un trozo que luego me salía por las orejas.
Nos fotografíamos en el pódium,  en la salida, solas, con amigos… ya sabéis.
Salimos a las 9 en punto y  los primeros km de subida por asfalto durísimos, a mí siempre me cuesta empezar, pero cuando ya empezamos en la montañica todo cambia, empieza lo divertido, crestear, bajar trotando, sortear piedras… y es cuando me emociono.
Y cuando me emociono siempre pienso en mi abuela materna, a la cual no conocí nunca pero no sé porqué me digo: “corro por ti abuelita, porque a ti no te dejaron disfrutar, sólo de ocuparte de cuidar de los demás”. Y me pongo reivindicativa, por todas esas mujeres que no estaban en la meta, que no las dejaron, porque tenían deberes, porque tenían que cuidar de sus hijos, de sus maridos y luego de sus padres. Muy pocas mujeres en esta carrera…y muy pocas mujeres que tienen tiempo para hacer lo que les gusta a ellas, para cumplir sus sueños.
Hay un tramo que pasas por un pequeño río y es muy entretenido, los km se van pasando sin darte cuenta, intentando averiguar por dónde pasas sin mojarte los pies.
En un  avituallamiento me uno a Encarni y Ana, y vamos juntas un buen rato, subiendo la parte dura de la carrera, porque esta carrera es dura y no voy a quitarnos mérito, estamos fuertes y subimos sin perder la sonrisa para los fotógrafos. Encarni se pone las pilas y baja hecha una gacela montañera, nosotras más cautelosas, hay  una bajada muy técnica desde el punto alto de la Mola al santuario. El santuario de la Magdalena es precioso, así que le digo a Ana: “aquí paramos a hacernos la fotico”.
Ya sólo nos queda bajar y bajar, vamos corriendo hacia la meta, contentas y con ganas de coger la cerveza. Felices cruzamos la meta, la 10 y la 11 de las mujeres, 2:45, no está nada mal.
Un poco más tarde llega Mª Dolores, super emocionada de haberlo conseguido también.  El almuerzo espectacular, como siempre entran más gallinas que salen, como dice Gaspar.
Y siempre gracias, gracias por tener piernas, por llegar a nuestras metas, gracias por las compañeras, por los sueños,  por poder  subir montañas, por los motivos que tenemos para seguir corriendo. Gracias Marujas luchadoras que sacáis tiempo y ganas de dónde no hay para seguir entrenando vuestra locura.

1 comentario:

Gaspar Cf dijo...

Enhorabuena Mª del Mar,
me ha encantado que mencionaras a tu abuelita y que te acordaras de mi.
Un saludo.
Gaspar