María del Mar Ibarra, entre toda la "oferta" que había este 21 de enero, selecciono a Novelda y su prueba deportiva Subida al cerro de La Mola, como la mejor manera de pasar un domingo por la mañana. Así nos cuenta como le fue:
Me
siento afortunada, tengo cosas que no valen dinero pero me hacen feliz, como
subir La Mola de Novelda y hacerlo disfrutando del entorno, del sol, de los
amigos…
El
domingo me estrené en mi primer trail de montaña, la montaña me tiene
enganchada ya hace un tiempo, aunque hasta ahora iba “andandico”, pero yo soy
Maruja Acelerá, así que tenía que subirla corriendo, y así lo hicimos este
domingo.
Antes
de las 8 ya estábamos en Renfe, Encarni, Ana, Mª Dolores y yo, y a las
8,15 llegábamos a la estación de tren de
Novelda, (preguntando cómo llegar claro, menudo equipo de orientación que
somos).
Buena
temperatura, 14 grados, un poco de viento y sensación de fresquito, nos ponemos
los equipos (jjjjee) y a por el cafelito y a visitar al Sr. Roca, antes de
salir.
En
esta carrera, tan bien organizada por el Club de Montañismo de Novelda, te
invitan hasta el café de la salida, incluso te ponen una coca boba
irresistible, a la cual Anita se resistió y yo comí un trozo que
luego me salía por las orejas.
Nos
fotografíamos en el pódium, en la
salida, solas, con amigos… ya sabéis.
Salimos
a las 9 en punto y los primeros km de
subida por asfalto durísimos, a mí siempre me cuesta empezar, pero cuando ya
empezamos en la montañica todo cambia, empieza lo divertido, crestear, bajar
trotando, sortear piedras… y es cuando me emociono.
Y
cuando me emociono siempre pienso en mi abuela materna, a la cual no conocí
nunca pero no sé porqué me digo: “corro por ti abuelita, porque a ti no te
dejaron disfrutar, sólo de ocuparte de cuidar de los demás”. Y me pongo
reivindicativa, por todas esas mujeres que no estaban en la meta, que no las
dejaron, porque tenían deberes, porque tenían que cuidar de sus hijos, de sus
maridos y luego de sus padres. Muy pocas mujeres en esta carrera…y muy pocas
mujeres que tienen tiempo para hacer lo que les gusta a ellas, para cumplir sus
sueños.
Hay
un tramo que pasas por un pequeño río y es muy entretenido, los km se van
pasando sin darte cuenta, intentando averiguar por dónde pasas sin mojarte los
pies.
En
un avituallamiento me uno a Encarni y
Ana, y vamos juntas un buen rato, subiendo la parte dura de la carrera, porque
esta carrera es dura y no voy a quitarnos mérito, estamos fuertes y subimos sin
perder la sonrisa para los fotógrafos. Encarni se pone las pilas y baja hecha
una gacela montañera, nosotras más cautelosas, hay una bajada muy técnica desde el punto alto de
la Mola al santuario. El santuario de la Magdalena es precioso, así que le digo
a Ana: “aquí paramos a hacernos la fotico”.
Ya
sólo nos queda bajar y bajar, vamos corriendo hacia la meta, contentas y con
ganas de coger la cerveza. Felices cruzamos la meta, la 10 y la 11 de las
mujeres, 2:45, no está nada mal.
Un
poco más tarde llega Mª Dolores, super emocionada de haberlo conseguido
también. El almuerzo espectacular, como
siempre entran más gallinas que salen, como dice Gaspar.
Y
siempre gracias, gracias por tener piernas, por llegar a nuestras metas,
gracias por las compañeras, por los sueños,
por poder subir montañas, por los
motivos que tenemos para seguir corriendo. Gracias Marujas luchadoras que
sacáis tiempo y ganas de dónde no hay para seguir entrenando vuestra locura.
1 comentario:
Enhorabuena Mª del Mar,
me ha encantado que mencionaras a tu abuelita y que te acordaras de mi.
Un saludo.
Gaspar
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