El día empezaba con trenes llenos de corredores ávidos de nuevas sensaciones y coches que nos hacían de taxi. Hoy el Cluss estaba repartido entre dos carreras, la de Mil camins, que es muy nuestra y la del Mediterraneo. Los que hemos optado por la segunda opción, teníamos el corazón "partio", como Alejandro Sanz. Metidos en nuestros respectivos cajones y muy nerviosos (igual no tanto), cuando dan la salida, fría acogida del público alicantino, de todas formas no necesitamos mucho para venirnos arriba sin necesidad de fanfarrias.
He corrido con la “llebre de monover”, llevándome todo el rato a tope de pulsaciones, me he visto obligado a hablar con otros corredores para aliviar el sufrimiento, Ismael, Lídia, Gaspar, etc... a la entrada de Arenales, el Juanky y los dos peludos que nos pegan la bronca por que no vamos rápido. Paso ya más calmado por el paseo y al llegar a el Carabasi el ritmo baja y notamos el cansancio, ya no hablamos... la llegada un poco accidentada por la moqueta y los cables.
Amos a ver, carrera maravillosa, ahí ni mu voy a decir... pero tengo mis quejas:
-Lo insolidarios que somos tirando las botellas de agua e isotónica, debemos dar ejemplo y no lo hemos hecho, ha quedado todo sucio.
-La llegada a meta
-El avituallamiento y sus aglomeraciones, éramos más de tres mil y solo había una fila.
-El guardarropa, que ha sido un desastre.
-Sólo espero que tomen nota y al año que viene corrijan y sea una gran carrera, así lo deseo de verdad.
Y para terminar, lo hemos pasado muy bien,gran día!!
Fran Agulló
2 comentarios:
Vamos Fran!!! Tú, te has quedado sin aliento y no hablabas, aunque estuvieras cansado, no me lo creo!! 😀
Esto es como todo, cada uno cuenta la feria según le va, pero en general yo he oido mas quejas que elogios. Un saludico.
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