Hola amigos, éste mes hemos empezado corriendo en Aragón,
una tierra a la que le tengo especial cariño por ser la de nacimiento de mi
madre. Acudimos allí porque uno de los
organizadores, Alfonso, se hizo amigo de Alberto en la Maratón de las
Arenas, así que en cuanto se lo dijo no dudó de apuntarse, la
carrera como su nombre dice es una ULTRA
o sea un chooorro de kilómetros (50 kms), pero supongo que los
organizadores pensaron que todo el mundo no se atreve a tamaña aventura “monte
arriba, monte abajo” así que pusieron también una de 23 kms. y una “mini” para
los que se quedan con el gusanillo de no poder hacer las anteriores de 12 kms. Y ahí me apuntó mi chico por eso de que no me quedara esperándole de brazos
cruzados todo el día. Marchamos el viernes al medio día y sobre las 19h ya
estábamos recogiendo los dorsales, el pueblo se llama La Puebla de Alfindén y
está muy cerquita de Zaragoza, cuando llegamos hacia un calorcillo de unos 30
grados y para el día siguiente se esperaba lo mismo aunque anunciaban lluvias y
tormentas por la tarde y eso nos consoló un poco. La carrera de los 50 kms
salía a la 13h y en ese momento estábamos a 37º a la sombra (una delicia) para
los que estaban en la piscina, pero para los que se enfrentaban a unos montes
que supongo que lo de blancos no es por supuesto por la nieve, si no por lo
“resecos que están los jodíos” , todos
salieron con ilusión y con ganas.
La prueba de 23 kms salió a las 17 h , el
calor no había remitido ni un ápice, más bien creo que aumentó pues me acerqué
al polideportivo pensando que la primera carrera pasaba por allí en la segunda
vuelta por ver a Alberto y cuando me dijeron que pasaban a unos 2 kms no fui capaz de ir pues solo del paseo del Hotel
hasta allí que está apenas a 500 mts ya estaba chorreando sudor, por lo que decidí
volverme por donde había venido y refrescarme todo lo que pudiera hasta la hora
de la salida “aparte de encomendarme a la Pilarica, claro”. Pero supongo que
entre mis rezos y los de todos los que
estaban “disfrutando” de la carrera que también irían pidiendo “clemencia” para
que el Lorenzo hiciera “mutis por el foro”, el caso es que a las 18,30 h que
salíamos los de la “mini” empezó a nublarse, hasta cayeron unas gotas que no
llegaron al suelo pues se secaban antes de caer a tierra, pero el caso es que
refrescó un poquito, yo salí como siempre de las últimas, de todas formas
éramos poquitos (unos 130) aunque hubiera salido en cabeza, en menos de 50 mts
ya estaría en la cola, pero delante de mi habían dos chicas que tampoco iban
mejor que yo así que tenía esperanza de quedarme con ellas, y tuve suerte, me
quedé con una de ellas Mª Carmen, que aparte de ser muy simpática, vivía allí y
se conocía la zona, por lo que aunque iba más andando que corriendo y quizá yo
hubiera podido hacer menos tiempo, no me apetecía verme sola por aquellos
montes, así que fuimos juntas todo el camino , y entre “jadeos por falta de
aire subiendo” y “que sea lo que Dios
quiera” en alguna bajada, llegamos sanas y salvas a la meta , incluso antes del
tiempo que daban para terminarla, así que “prueba superada” a pesar del miedo
que me metió en el cuerpo mi amigo “El Conde de Tristón” pues sabe que le tengo
miedo a las alturas y no soy muy amante de los montes, pero éstos los superé.
Bueno no me enrollo más, solo deciros que no tengo fotos que poner pues no
estaba mi chico por allí y algunas que nos hicieron los de la organización no
las he encontrado, así que pondré algunas de las que hizo Alberto durante su
carrera. Y esto es todo, hasta la próxima que será dentro de dos semanas en Cuenca.
5 comentarios:
pues enhorabuena y nos vemos en Cuenca
grande Maite, hay que tener su aquel para meterse 12 km de montaña con esas temperaturas( yo con 13 en crevillente sudé la gota gorda)
Muchas felicidades! Atreverse con estos calores es para medalla!
Enhorabuena! otra para el saco! muy bien, por lo de mantener el ritmo con esa nueva compañera!
me gusta leer las crónicas de mis amig@s. Que no falten ¡¡¡
Enhorabuena.
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