Mil Camins, Una Meta

Otro de los "frentes" que hemos tenido este fin de semana ha sido Mil Camins, Una meta, carrera y marcha que se desarrolla en Daimés y Derramador. 

Uno de los participantes de este nuestro Cluss, Francesc Agulló , nos cuenta como le fue:

Mi crónica se podría llamar, una cura de humildad o el corazón que se divide, elígela tu que lees.

Este mi Cluss suele acudir a diferentes pruebas en un fin de semana. Desde que el año pasado nos pusieron la del Mediterrani, nuestro corazón se parte como el de Alejandro Sanz. Yo mismo, el año pasado, corrí allí, pero con mi cabeza en el Derramador. Hoy ha sido al contrario, pero de igual forma mi pensamiento discurría entre granados y el mar Mediterráneo.

Hoy no ha sido el día de las Marujas, eso es así, nadie ha hecho podio y ni tan siquiera nos hemos traído una triste maceta, mucho menos la muñeca violeta tan codiciada: "la Pelos".

No he sabido leer que vamos a las carreras a disfrutar y compartir con compañeros, afectados y amigos. A pesar de todo he disfrutado de ver tanta gente correr y caminar, de los paisajes que son maravillosos y de la buena atención de las mujeres vecinales, que son la caña de España, con un almuerzo de 10, ¡¡únicas!! 

Por la parte deportiva mi liebre de Monovar me ha reventado, para después dejarme a mi suerte. Si no llega a ser por un paisano que me ha dicho: vamos que quedan 500 metros ¡"y quedaban casi dos kilometros!!, y al hermano de nuestra Rosa que se ha pegado a mí en silencio, cosa rara en mí, pero es que no podía respirar, y hemos llegado juntos, ¡¡¡gracias!!!

Y después de perder también el jamón y la tele (se la ha llevado una amiga de Luisa) nos hemos venido a casa muy "humildes y muy descorazonados".

Mi Juanky es un campeón, ¡¡¡cinco kilometracos que ha realizado con las amigas de Luisa!!!

El año que viene seguro que más y mejor!!