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lunes, 7 de febrero de 2011

Tocaba día tonto ¡muy tonto! en El Coto.

Ayer tocaba enfrentarse a 22 kms de montaña por la Sierra del Coto, en Monovar. Y hacia allí nos dirigimos el Entrenador y yo, llegamos pronto sobre las 8:30, miro el indicador de temperatura del coche y marca -1º ¡jo que frío!, aparcamos y vamos a recoger los dorsales, nos lo dan de élite el 3 y el 4, vaya presión. Después saludamos a un buen montón de amigos, nos hacemos foticos y algunos deciden ir a desayunar, las mujeres del pueblo ya llevan un rato preparando café y chocolate, yo paso de tomar nada antes de salir. Nos cambiamos y vamos hacia la línea de salida, me pongo al sol, sigue haciendo frío. El Entrenador aprovecha para darme los últimos consejos. Nada más salir ya nos encontramos con la primera subidita, aquí íbamos todos en fila, el camino es estrecho y no se puede adelantar. Hacemos esta primera subida y bajamos sin ningún problema, aquí cogemos a Reme, en una zona de pista estaba Blackbeer haciendo fotos, el Entrenador le pregunta que si tiene una cerceza le dice que sí y me grita ¡ahora te pillo!, se queda con él a tomarse la cerceza, cuando me coge le digo que me parece muy poco serio.
Llegamos a la segunda subida, esta nos cuesta un montón, se me hace muy larga y pesada,  hace mucha calor pero conseguimos subirla, a partir de aquí un sube y baja con algunas bajadas muy fuertes. Pero justo cuando vamos llaneando y en busca del avituallamiento, en una zona donde se podía correr, no veo una trozo de raíz que sobresale del suelo, tropiezo con ella y voy directa al suelo sobre el lado izquierdo, me golpeo el brazo y el hombro. Me levanto con la ayuda del Entrenador tomo un poco de aire y seguimos, compruebo que puedo correr sin problemas ya que no tengo muchas molestias.
Llegamos al avituallamiento del Km 13'5 y vemos a los corredores que ya bajan camino del 18 me digo ¡ale palante que ya queda menos!, sigo teniendo mucha calor y molestias, vamos por una pista, luego por un trozo de carretera para buscar la 3ª y última subida. Aquí ya coincidimos con lo últimos andarines y pasamos a algún corredor, la subida se me hace menos pesada, incluso vamos hablando Reme (era su primera carrera de montaña) Inga y yo, llegamos arriba y ya se acabó la montaña a partir de ahí una pista forestal nos lleva al avituallamiento del 18, me paro a tomar algo de líquido, unos dátiles y barritas de chocolate, el Entrenador otra cerveza.
   Aquí se me escapa Inga y Reme tira, como ya todo es pista y cuesta abajo cogemos un buen ritmo son intención de no parar hasta el pueblo, cogemos a Reme y ya vamos los tres juntos, cuando apenas queda 1km para la meta, por una zona de piedras no veo unas que están de punta tropiezo y vuelvo a caer, esta vez del lado derecho para compensar, caigo sobre un grupo de piedras me doblo la mano y me golpeo fuerte en el pecho paso unos segundos de angustia y pánico ¡me cuesta respirar! creo que me he hecho daño en las costillas, el Entrenador me atiende, me sienta e intenta que me tranquilice me quedo un rato sentada me relajo y empiezo a respirar mejor, me incorpora, me limpio como puedo y seguimos corriendo ya lo único que tengo es ganas de llegar y lo hacemos en 3:45, dolorida pero satisfecha.
 Al llegar los chicos de la organización me dicen que me acerque a la Cruz Roja, pero yo en esos momento lo único que quería era tomarme un cervecita bien fresquita y comer algo, vamos a la barra no les queda cerveza así que me ofrecen vino, me tomo el vino, un bocadillo, un sanwich y algo de frutos secos. Al coger el coche veo la temperatura en ese momento marcaba 23º ¡casi ná!. Ya en casa haré evaluación de daños.

5 comentarios:

AtalantasWeb dijo...

Menos mal que no son todas así, pero cuando pasa, a hacer justo eso: sacudirse y continuar.
¡Un fuerte abrazo y una cerveza muy merecida!

miguelflor dijo...

Me quito el sombrero, tienes que tener mucha fuerza de voluntad después de todo lo que paso de continuar a pesar de todo, calor, caidas, etc. Muchas veces sois lo que llegais de los últimos los que dan el verdadero valor de las carreras de montaña. Enhorabuena, y espero que esas costillas estén perfectas para la próxima.

maiteantonpascual@gmail.com dijo...

!Dios bendito qué angustia¡ para éstas carreras te tiene que gustar la montaña, eso está claro, y tener fuerza de voluntad y coraje "pa subir tanta cuesta", y si encima te sale el día "TONTO DEL CULO" como te salió, la llevas clara, menos mal que tienes una fuerza interior que eres capaz de cualquier cosa que te propongas, mi enhorabuena CAMPEONA, espero que tus heridas de guerra se curen pronto.BESOTE MUUUUUAC

Ángela dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Ángela dijo...

Gracias por los ánimos, estoy aún un poco perjudicada pero hoy saldré un rato a rodar, para comprobar daños.
Un saludo