II Subida (y bajada) al Racò de la Morera

La Ángela y sus Charlis

Hoy tocaba correr con dorsal en casa, por Racó Morera, zona que conocemos muy bien los corredores ilicitanos y por la que a mí me gusta mucho ir a entrenar. Así que hemos salido de casa a las nueve ya arreglados, guapos y con el dorsal puesto, como la salida era en la zona del parque municipal en menos de un cuarto de hora estábamos saludando y El Jefe haciendo fotos a un montón de amigos. A las diez han dado la salida, hemos salido más de 600 corredor@s de los que 70 éramos mujeres, un gran éxito de los amigos de la Peña El Flato.

La carrera no es nada llana ya que desde el principio se va subiendo, al principio no son cuesta muy pronunciadas pero si bastantes seguidas, lo bueno es que en las bajadas se recupera, las cuesta más fuerte la encontramos pasado el km 8 que es la de subida al Cau, aquí yo dependiendo como tenga el día la subo andando o corriendo hoy he alternado, los últimos metros los he hecho corriendo porque arriba estaban un grupo de amigos esperando y había que chulearse un poco, cuando he llegado arriba besos y saludos, que bien viene que te animen cuando vas ya un poco hecha polvo "gracias chic@s". El Jefe, para no perder la costumbre, les ha pedido una cerveza. Una vez que llegamos arriba ya todo para bajo por el camino de las revoltes de Ferriol, bueno todo todo no, pues aún nos encontramos algún repecho pero ya pican poco, de ahí nos vamos a la ladera del río, que como está en obras lo han abierto para lo ocasión, nos han bajado al cauce y hemos subido por una rampa y de ahí a la cuesta de los patos, otra que de vez en cuando se me atraganta, pero hoy la he subido con algo de dignidad, aunque sólo ha sido la mitad de la cuesta pues nos han desviado para entrar en el Hort de Baix para darnos salida por detrás del Palacio de Altamira hacía la zona trasera del Mahe donde estaba la meta, a la que hemos llegado en 1: 35. Está claro que la prueba se está consolidando en Elche me alegro mucho por los organizadores, que este año no lo han tenido muy fácil con tanta obra, pero las cosas que se hacen con ganas al final siempre salen bien.

Se  me olvidaba que a mitad de camino nos hemos encontrado con el resto de las Marujas Ilicitanas, acompañadas de José Manuel, os podéis imaginar los gritos y la juerga que hemos montado.