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martes, 10 de abril de 2012

De mona

Cada año al acabar la Semana Santa muchas son las familias que disfrutan de un sabroso dulce llamado ‘Mona de Pascua’. Se consume coincidiendo con el final de la cuaresma en el que tradicionalmente se llevaba a cabo un periodo de ayuno y abstinencia de un buen número de alimentos.
La tradición marcaba que el padrino de bautizo o abuelo regalaba al niño una torta o roscón que llevaba tantos huevos duros como años tenía éste. La edad máxima eran los 12 años por lo que ese es el último año en el que se le obsequiaba y para ello se le colocaba un huevo extra.
En aquellas comunidades en el que el Lunes de Pascua es festivo se aprovecha este día para comerse la mona y suele ser habitualmente a la hora del postre o la merienda.
Los primeros escritos en el que aparece esta tradición apuntan al siglo XVIII, aunque alguna fuente lo lleva hasta los tiempos en los que la presencia morisca estuvo en nuestro país.
Fue a partir del siglo XIX cuando las confiterías empezaron a realizar las monas tal y como las conocemos hoy en día, en el que los huevos duros fueron reemplazados por otros de chocolate y se comenzó a adornar y llenar de figuras, teniendo poco que ver con las sencillas y  tradicionales monas de pascua.
Según la Wikipedia y otras webs consultadas, el nombre de “mona” proviene de la munna término árabe que significa «provisión de la boca», regalo que los moriscos hacían a sus señores.
Nosotr@s hemos cumplido con la tradición, primero entrenamiento por nuestro típico circuito del Faro de Santa Pola, después baño y Pre-estreno de nuestra particular Terraza de Verano.

2 comentarios:

Trapatroles dijo...

¡Que bien se lo pasan las marujas en tiempos de Pascua!
Seguro que el huevo duro lo rompistéis en la frente de Gaspar.
Saludos

Marujas Acelerás dijo...

No nos dio tiempo, se hizo un casco con el termo del chocolate.