Este pasado finde, algunas de este nuestro Cluss nos fuimos de viaje cultural y aventurero. Gracias a una colaboración y empujón de un club amigo, nos fuimos con La Marina Trips a Antequera y a realizar el Caminito del Rey.
Tuve unos momentos de duda, pero mi filosofía de vida es “lo hacemos y ya vemos” o lo que es lo mismo “arrepiéntete de algo que hayas hecho, mejor que de lo que no llegaste a hacer”, y por supuesto que fue una decisión acertada.
Salimos a las 7:15 AM hacia Antequera en autobús, compartiendo viaje con gente de Alcoy, La Hoya, La Marina, Guardamar…,. Mientras algunos dormían, nosotras comenzamos la cháchara así que el viaje se nos hizo corto. Hasta le hicimos un homenaje a nuestro querido Camilo Sexto, entonando sus canciones como si fuéramos un grupo de colegio.
Antequera es una ciudad malagueña, conocida como la ciudad de Dios, porque la presencia cristiana y religiosa fue tremenda, y está plagada de iglesias y conventos. Preciosa ciudad, que no conocía y me sorprendió gratamente. Por supuesto comimos fenomenal y una vez repuestas decidimos visitar los dólmenes de Antequera, que es un sitio declarado patrimonio mundial por la UNESCO desde el 2016, con 3 monumentos megalíticos y centro de interpretación.
Y de ahí a visitar la alcazaba de Antequera, que cerraba a las 6, y que además de ser maravillosa tiene unas impresionantes vistas desde su torre de la ciudad de Antequera. Todo esto bajo un sol justiciero y subiendo escaleras, así que cuando nos enteramos que había piscina en el hotel nos importó un pimiento no tener bañador, pedimos toallas de piscina y cada una buscó “su atuendo de baño particular”. Era una pequeña piscina en una terraza con mucho encanto y pasamos un ratico muy chulo de risas, que más de una necesitábamos. Ahí me dí cuenta de que están más locas de lo que yo creía. Bendita locura.
Descanso y después paseíto por las calles de cañas y tapas (ya que no teníamos que correr…), riquísimas las tapas y la cervecita, pero nos quedamos sin bailar porque al día siguiente teníamos que madrugar (otra vez).
Y por fín llegó el día, llegamos al punto de inicio del Caminito del Rey (7´7Km) por la zona norte (Ardales). Nos pusimos los cascos y el audioguía y comenzamos la ruta acompañadas por una guía que nos fue contando la historia y todo aquello de interés que tiene la ruta. El entorno es espectacular, rodeado de pantanos, montañas, desfiladeros y valles. Por el camino pudimos ver buitres y cabras montesas. Paredes escarpadas de altura considerable entre las que discurre el río Guadalhorce. Creo que todas disfrutamos muchísimo de la ruta, y más de una venció su miedo a la altura. Tiene un puente que cruza de lado a lado del desfiladero que es de infarto, ya que el viento allí es constante y la sensación de vulnerabilidad no te la quita nadie.
Hay lugares increíbles que nos recuerdan que la naturaleza es maravillosa y que nos sana. Lo hacemos y ya vemos, que la vida es dura y que nos pasan cosas feas y también bonitas, que echaremos de menos a Camilo, y que el finde con Marujas ya no me lo quita nadie de la memoria.
A seguir entrenando chic@s y suerte para vuestros próximos retos.
Mª del Mar Ibarra
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