El Mar Muerto, en Novelda

No podía ser de otra manera. Ya hubo una intentona aunque nadie se atrevió entonces (ver  la entrada Trotando con los Matinadors), en el aire se quedó y Luis, que parece que disfruta abriendo su casa a esta "secta" que somos los corredores, ha vuelto a organizar una rutilla por los alrededores de La Mola, pero esta vez nocturna.

Como la idea era bañarse en una poza de agua salada que hay por los alrededores de su casa  cercana al rio Vinalopó y después compartir cena y .... pues lo del correr fue lo más corto, y yo creo que todos agradecidos.

Nada más empezar, subida al Santuario de la Magdalena con los frontales puestos, foto de rigor en la puerta y bajada por senda hasta encontrar la poza, durante el camino lo de siempre: algun@s con sus vértigos, extravíos varios de la gente que sólo piensa en correr, resbalones y alguna que otra caída sin importancia...

Cuando llegamos a la poza casi provocamos la muerte por infarto de un par de "tortolillos" que se estaban haciendo unos "cariñitos", ¡¡¡el verse invadidos por 33 corredores, con frontales y que venían como panda de indios huyendo de la caballería debió de ser un poco estresante!!!, el primero en sumergirse, como buen anfitrión, fue Luis y a partir de ese momento pues uno detrás de otro, el agua salmuera pura ¡imposible el hundimiento!! oiga, como el Mar Muerto.

Después de un ratillo allí, pues a lo que íbamos: baño en la piscina ("pa desalarnos") y a cenar, después charla y baile hasta las dos más o menos.

 En definitiva una tarde noche de lo más agradable.